Desde pequeñitos nos empeñamos en correr, en crecer antes de tiempo… basta con volver al colegio y ver como los niños de primero miran fascinados a los de sexto deseando ser ellos.
De lo que no nos damos cuenta es de que la vida es un camino muy largo que hay que recorrer poco a poco, porque, si lo hacemos corriendo, llegaremos al final muy cansados y demasiado pronto, y nos habremos perdido millones de momentos y detalles realmente increíbles…
Por eso anda, no te pares, pero tampoco vayas demasiado deprisa, estate atento a tu alrededor y no dejes que se escapen las cosas importantes de tu vida, y si te caes, tomate tu tiempo, levántate y comienza a andar de nuevo, al principio despacio, como un niño pequeño que no sabe del todo aún, y así hasta que vuelvas a andar como antes…
Aprende de tus errores, ríe, salta, llora, baila, ama, vive la vida, y tomate tu tiempo, porque no olvides que llegarás a sexto, pero cuando eso acabe, echaras de menos el colegio.
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